Sofía y su
Historia con Papá…
Esta
historia te la escribo mi Sofía desde la ventana del alma que observa como tu y
papá junticos están desde de tu llegada construyen ese lazo de amor que tienen
los papás con sus bebitas. Y es que eres la niña de los ojos de papá que llego
a nuestras vidas para alegrar nuestros días; pero esta historia es solo tuya
con papá. Así pues Sofía que mamá aquí te narrara lo que
yo he vivido con Papá viéndolo amarte y unirse a ti para cuidarte y darte todo ese
gran amor; es infinito, grande, protector y fuerte que tienen los papás y que
solo ellos pueden entender. Porque mi chiquita siéntete muy afortunada de
tenerlo en tu vida; El un gran hombre, noble, responsable, dedicado, amoroso y
maravilloso que Dios puso en mi camino para formar este hogar que tenemos y en
el hoy te damos vida a ti mi niña. Solo te digo chiquita que poco a poco con el
tiempo veras que tienes al mejor papá del mundo, aquel que te ha de guiar,
cuidar, formar, celebrar y acompañar en tu vida con mucho cuidado, seguridad y
protección para hacerte una niña de bien.
Aquí te va
pues la historia de como ustedes dos la construyen y la llenan de amor con cada
momento que pasa desde antes de tu nacimiento y ahora ya en tus dos meses de
vida.
Empecemos
pues por tu comienzo, desde que mamá empezó la espera por ti en su vientre y al
verte crecer cada vez en mi barriguita a papá no le faltaban los mimos y
cariños para celebrar tu vida en mí. Todos tus nueve meses Él estuvo dedicado a
cuidarme hasta en el último detalle, desde las vitaminas para tomar, la comida
que me alimentaba y te daba vida, los masajitos en mis pies después de una
larga jornada, las levantadas de noche, las citas al medico, los antojitos, las
frustraciones de las hormonas locas, las palabras de amor, la ternura de
cuidarnos, y hasta acompañarme a comprar la ropita de maternidad en la que tú
hacías que mi cuerpo creciese y creciese. Todo Él era un gran compañero que
celebró la maternidad que vivíamos en tu espera, y es que de verdad éramos los
dos gozando de ese embarazo. Más aun, en la intimidad de la casa cada día en
que estamos juntos a la expectativa por ti siempre se acercaba a mi barriga lo más
de amoroso para hablarte con frases tiernas donde El poco a poco como tu
progenitor se conectaba con tu corazón para celebrar tu llegada como su niña
bonita tan esperada. Siempre te decía “hola yo preciosita soy papá y te estoy
pensando y queriendo mucho así como estas agarradita de un hilito en la barriga
de mamá.” Esas palabras siempre resonaban en mi y sé que llegaban a ti, porque
ese amor que los dos te profesamos y que fue tan esperado es demasiado grande y
fuerte.
Puedo
decirte pues que desde tu llegada aquel 19 de Septiembre la vida de papá dio un
giro muy grande, ya que ahora tenía que procurar y proveer para cuidar de las
dos mujeres de su vida, pero especialmente contigo tenía una gran
responsabilidad, la de entrelazar su amor y abrazarte fuertemente para
conectase contigo en ese lazo de padre e hija que solo El y tu pueden explicar.
Así es que parte de este relato tiene que ver con esos momentos tan especiales
que han empezado a fortalecer ese lazo desde mi relato observador.
Recuerdo
ese momento de tu llegada, muy grande, mientras yo me recuperaba del cansancio
por el trabajo de parto y aunque lucia pálida y agotada, tu eras un sol
radiante de luz, y dormilona a la vez… Y en pocos instantes de verte ahí ya
nacida entre nuestro abrazo de amor, a Papá su ojos se le iluminaron poderosamente al
verte por primera vez, su gozo y regocijo, y ese apasionado afán por cargarte y
por envolverte en sus brazos ere indescriptible, era el primer encuentro que tu
y El tenían que los marcaría para siempre. Y aunque esa sala de parto del
hospital era un poco compleja por eso del todo lo que implica tener un bebé,
nada los detuvo a ti y a El para que en el momento en que el cortase ese cordón
umbilical su relación de padre e hija se sellara para siempre. Y es que su
felicidad era tal que se veía un poco aturdido por las carreras y el afán de tu
llegada, pero a la vez El muy centrado se componía su figura para tomar pues
las riendas de esa paternidad tan anhelada.
No tengo como explicarte con palabras precisas como El hacia parte de
las dos en esos primeros días de tus cuidados donde la madre es la que mas es
necesaria porque lo que necesitabas era estar cerca del ceno de mamá para darte
abrigo y alimento, pero en este caso éramos los dos ahí juntos cuidando de ti por
interminables horas de alegría y a veces de confusión aprendiendo de ti
para empezar esa lazo de amor. Que te
puedo decir, que Papá no se despegó ni un minuto de ti en esos primeros días de
nacida, estuvo junto conmigo aprendiendo a cuídate, alimentarte, hablando con
las enfermeras, médicos y con quien fuese que tenía que ver contigo, y darte
ese abrigo que necesitabas desde tan chiquita. Tus lloriqueos eran canción y
tus suspiros una adoración. Fue mi niña
una experiencia sublime para mí como mamá ver como El mi compañero inesperable
de la vida se convertía por primera vez en Papá y ver como con sus inmenso corazón
te daba ese recibimiento, ver como con manos grandes de fortachón cubría tu
cuerpecito y con su vozarrón te susurraba al oído canciones de amor para darte
la bienvenida al mundo.
Mi Sofía lo
que te narro es muy especial porque como te digo es desde la ventana de mi alma
como he visto crecer día a día a papá en ese rol de padre y ver como El con su
estilo y candor se adueña de tus besos y caricias para decirte aquí estoy
hijita yo que soy tu papá. Sintámonos pues mi niña muy felices por tener a ese
gran hombre en nuestras vidas, El tu papá y El mi amor, el gran amor de mi vida
del que ahora se hizo mamá, y un regalo que Dios puso en mi camino.
Pues si, es
que para los padres es más complejo construir ese lazo de amor que viene del vientre con
Mamá y esa conexión inexplicable que tu y yo tenemos es especial ya por
naturaleza, pero para los hombres como a Papá aunque están ahí y son parte
fundamental de ese crecimiento prenatal es un poco mas complejo y toma un
poquito de tiempo hacer que ese conexión entre padre y bebita; y en este caso
en el momento del nacimiento es donde el amor se hace mas presente y aunque tal
vez pasen un par días para algunos hombres para que ese lazo florezca rápidamente
y saquen eso de lo maternal que hay en ellos, es una historia inevitable la que
se adueña de una hija con su padre. Entonces pues, para narrarte lo que yo he
visto y de lo que he sido testigo al ver a papá construir ese lazo fortalecido
de amor para ti y de protección absoluta como la niña de sus ojos, quiero pues narrártelo
en forma de metáfora, es decir con un cuento de esos que cuando te arrullo te
cuento…
“Imagínate
pues que tú llegaste a ser esa semillita
de amor que se planta en una tierra nutrida con ternura y con mucha adoración.
Una tierra en donde el deseo de poder tener un jardín florecido y listo para la
primavera es mas grande que el infinito. En aquel momento es una tierra tan fértil
y abonada que será un jardín hermoso; y bien, entonces empiezas tu hecha
semillita a germinar paso a paso con cada día, con cada estación que el tiempo
trae, con sol, lluvia y muchas lunas. Te conviertes pues en una florecita
delicada con pétalos suaves y muy coloridos donde iluminas lo que tocas, donde
brillas al rocío de la mañana y donde el atardecer y puesta del sol te hacen
adormecer para seguir creciendo. Y así es como iluminas nuestro jardín, apareciendo
tu angelical y efímera como las poesías de amor… Y con las manos fuertes de
papá que te cuidan, dan abrigo en el abrazo del viento, y sombra en el calor
del verano te haces niña y te conviertes en la niña eterna de sus ojos con un amor tan grande
que lo puede todo”.
Ahora pues a manera de anécdota ya que estas más
grandecita y que tienes tus dos meses, ha sido una aventura ver como Papá hace
honor a ese rol que ha recibido con tu llegada y que lo convierte pues en un
nuevo ser. Digo nuevo ser porque ya Él no es uno, ya Él tiene bajo su
responsabilidad ese vida que hicimos juntos y que buscará en El todo el apoyo
del mundo es decir tu. Pero chiquita
mía, ese rol de papá que esta presente en cada instante de tus primeros meses
de vida ha sido muy mágico porque Él se ha tomado la tarea de verdaderamente
cuidar de ti con lo esencial, desde darte esos arrullitos para dormir, bañarte
y asearte, mimarte cuando descansas y duermes en su pecho, cuando te brinda abrazos eternos, canciones de
cuna, susurros y palabras tiernas, historias lindas, y momentos entre los dos.
Y Sí eso va más allá de estos primeros inicios en tu relación con Papá, pero
aunque suenen muy simples son tan importantes por que son el fundamento y la
estructura de esa relación tan inimaginable que tu y El van a construir. Es que
mi niña tener a Papá, es muy pero muy importante y sé que en un futuro me darás
la razón. Pero hablo de un Papá presente que aunque tiene que proveer, brindar
seguridad, tener trabajo para traer el pan a casa, y lo demás que implique, es más
allá de ello, es el Papá presente en la cotidianidad de cada momento, en las enseñanzas
de cada instante, en la vida simple y sencilla . Y sé que para Papa tu estas
por encima de todo, aunque como te digo para los hombres ese click de conexión
entre los dos llega un poquito después del nacimiento, pero este tú Papá poco a
poco con mucho afán lo ha ido aprendiendo en este nuevo rol que tiene y ese
click y entrelazo de amor es mas fuerte y grande hoy. Te lo digo así… El aunque muy dedicado a su
trabajo y aunque a veces puede que se pierda en las múltiples ocupaciones, El
solo Él sabe que tu eres primordial y su presencia en tu vida es muy importante en estos tus primeros años de
vida y los que vendrán, toda una vida mejor dicho, eres lo mas importante, eres
esa partecita que faltaba para completarnos. Y es que El mismo lo ha dicho, “después
de ti, de tu llegada, de tu estar aquí en nuestras vidas, ya no importa nada
mas, tu eres la prioridad, nuestro hogar, nuestra familia, mamá y Sofía, la
familia que ya esta completa que es la razón de ser, lo que vale la pena, lo
que se queda y perdura”
Palabras
mas palabras menos, mi niña Sofía esta historia que construyes con Papá es algo
inimaginable que ni con mis palabras puedo realmente describir, pero con mis
sinceras palabras y esa ventana del alma como te dije, quiero que las recuerdes
en algún momento cuando leas lo que mamá ha plasmado para ti a cerca de ese
gran hombre que llamarás papá.
Te Amo con toda mi alma,
Mamá
¡Bienvenida Sofía y felicitaciones para los papás!
ReplyDeleteYo también tuve una hija hace poco, en julio. Se llama Laia.
Aquí hay fotos.
Abrazo para los tres.