El milagro
de ser madre por primera vez de mi Sofía…
“Dios no
podía estar en todas partes a la vez y es por eso que creo a las madres”
Aprendiendo
a ser mamá! Con mis vulnerabilidades y mi cuerpo cambiante de nuevo, con mis
sentimientos encontrados de alegría, desasosiego, miedo, felicidad, confidencia
y duda… con mi amor desmedido que se hace en ti un fuego grande de vida, con mi
desespero, con mi regocijo por tenerte y mi miedo al saberte aquí… estas son mis
vivencias mientras aprendo a ser mamá.
Mi Sofía hoy
cumples tu primer mes desde tu nacimiento y aquí cerquita de ti con todo mi corazón
(ese inmenso de mamá que tengo ya muy agrandado desde tu llegada para seguir
creciendo), quiero dedicarte estas palabras y expresarte ahora que te tengo lo
que haz significado para mi, lo que ha significado este regalo de la vida, de
Dios por ser madre, por ser tu de mi y yo de ti hija. Llamemos pues estas
palabritas, el milagro de ser madre por primera vez…
Recuerdo
como si fuera ayer ese Lunes 31 de Enero, 2012 al final de un día que parecía común
y corriente día, fue esa prueba rápida de farmacia, la que me confirmó, la idea
de que estábamos esperándote… y yo que lo tenia totalmente descartado de mi
existencia, y así fue, estaba pues esperándote desde ya hacía 6 semanas. Estaba
Embarazada! Ese fue el antes y el después de una etapa que hoy vivo y que sigo describiendo
como el milagro mas grande de mi vida, de la vida de Papá y Mamá.
De manera
coloquial esto de ser madre es como una mezcla de sentimientos que apenas puedo controlar. Lo primero es que tras el
nacimiento y el parto, el cuerpo pasa la factura de nueve meses y se rebela con
una lluvia de emociones, de hormonas que pueden con cualquiera. Ese llanto de alegría
y de tristeza, ese extrañar lo que era estar contigo nueve meses pegadita a mi,
y ya estar afuera y uno sin saber que hacer… Luego, por un lado te sientes
feliz porque tras nueve meses de espera ya te tengo mi chiquita, y ver que estas
bien, sana me ha dado un descanso inmenso. Pero mientras por otro lado me siento extraña porque estoy 24 horas al día pendiente
de ti y he dejado de vivir mi vida para vivir la tuya chiquita y darte lo que
necesitas tu de mi. Y es que mi vida ahora gira en torno a cuanto comes, los
pañales, que ropita te ira mejor, porque lloras, porque duermes, que te pasa, porque
no duermes, porque me canso, cuantas horas duermes, cuantas horas te levantas
en la noche y mucho mas... Pero mi chiquita Sofía, la renuncia y el sacrificio de
verte aquí en nuestras vidas realmente vale la pena y ese cambio de mi vida
para hacerle espacio a tu llegada es mi milagro.De manera mas romántica para celebrarte mi Sofía, tu rayito de luz, rayito de vida, tu Sofía mía, que iluminas mi vida… apenas tienes un mes de vida y ya haz hecho una revolución inmensa de mi mundo, de mi ser como mujer y ahora como mamá. Te puedo decir hija mía que me haz cambiado la manera de ver la vida, porque antes lo que era importante ya no lo es y tu con tu llegada marcas una nueva etapa de mi ser. Haz cambiado muchas cosas en mí, lo interno y lo externo. Mi manera de pensar ahora tiene un sentido diferente, mis horarios, mis rutinas, la manera de dormir ya tiene otro fin, el despertar a cada día, las actividades, los planes a futuro y hasta la forma de mi cuerpo y las curvaturas de mi cintura y mis caderas. Pero definitivamente nada lo compara con la inmensa sensación de ser madre por primera vez. Esta de ser tu mamá mi niña y de poder cuidarte y amarte desde ese momento en que tus ojos y mis ojos se cruzaron aquel día de tu nacimiento.
Mi Sofía,
nadie nos prepara para ser mamá, y cuando yo supe que te esperaba no sabia si
llorar, gritar, salir corriendo, reír y demás…
porque en mis planes parecía no estar en el destino que podía ser mamá y el
asimilar una noticia tan poderosa, esa de ser madre, de llevar vida dentro de
mi era muy grande... Al principio de saberte crecer en mi vientre sentí mucha
incertidumbre, alegría y temor a la vez porque todo saliera bien, por saberte
sana, por saber que mi vida desde ese momento iba a ser distinta. Porque
nuestras vidas la de pareja con Papa iba a cambiar por completo. Pero al saber
que tú estabas pegadita de mí con tu cordón umbilical y que yo te daba vida,
que mi cuerpo se transformaba y mi vientre se ensanchaba y mis caderas se
agrandaban iba siendo un milagro intenso y maravilloso que hoy en tu primer mes
de vida me regocija de inmensa alegría. Y es que a la espera, e l saber que ibas a llevar el
tono de la piel, el color de ojos, la personalidad, el carácter de papá o de
mamá, fue transformándome en una mujer más plena y feliz para hacer de tu
espera un tesoro inmenso.
Ahora que
estas conmigo, que te veo, que te toco, que te gozo día a día, esa maternidad
que llevamos dentro se aflora en mi corazón y me hace cuidarte, contemplarte mimarte
y darte todo ese amor que llevo… que va mas allá y que como te digo día a día
que te amo hasta el infinito. Es también
un tiempo en el que la transformación de ser madre es mas intensa porque estas aquí
y te tengo que cuidar con mucho amor y a
veces me da temor sobre todo cuando te escucho llorar y apenas después de cuatro
semanas juntas ya creo saber si es de hambre, incomodidad, o porque te duele
algo… el tiempo es definitivamente el que me ha dado las instrucciones y los
instintos para saber como atenderte, pero sé que es un nuevo mundo con vivencias
que poco a poco llegaran. Es también un momento importante de mi vida porque ya
estas afueran de mi vientre y estas en mi mundo muy presente para enseñarme lo
bello de la vida de mamá. Y es que te miro y te contemplo y me digo ya no soy
yo sola, ya somos tu y yo para adelante moldeando la perspectiva de mi vida. Somos
madre e hija juntas en este viaje de la vida.
Bueno mi Sofía
esta historia entre tu y yo… la defino en un antes de ti Sofía y un ahora
contigo… entonces antes de esa prueba de Enero 31 de 2012, mis planes con papá
eran otros y la vida tenía un sentido distinto. Y ahora con tu llegada
celebrando tus logros, tu desarrollo paso a paso, toda tú como la primogénita de
nuestro amor de pareja… eres milagro, eres puro amor, eres ternura, eres una
obra de arte moldeada en mis manos de madre enamorada de tu pequeñez y de tu
delicadeza de ángel de luz.
Sé mi niña
que el tiempo nos dará a las dos el
manual para cuidarte, y para poder ir encontrando respuestas a eses preguntas
de madre y desvaneciendo mi incertidumbre y temor por no romperte y darte todo
lo mejor de mi. Por ahora solo me jacto de este amor profundo de cuando me
miras a los ojos en esos momentos de Mama y su niña hermosa, mi Sofía, en esos
momentos de todos estos días que compartimos juntas, conociéndonos, aprendiendo
de nuestros modos, de nuestro olor de piel, de nuestro ser de mamá e hija amándose
para siempre crear ese lazo inconfundible que es el de ser tu madre y tu mi
hija por siempre. Esos momentos en tus
primeros meses de vida, los atesoro uno a uno y los vivo lentamente porque sé
que marcarán nuestra existencia. Como el
milagro que eres, le doy gracias al creador porque me he vuelto a enamorar de
la vida de una manera inexplicable. Porque Papá y mama, come Él dice celebran
ese semillita que eres, que nos une y nos hace ser uno solo, porque ya estamos
completos hija mía.
Te
celebramos pues chiquita con estas palabras y ese lazo eterno de saberte mía, nuestra
y de saberte nuestro milagro de amor, de pura vida.
Un beso y
una flor para ti mi niña!Mamá!
que belleza!!! me derretí
ReplyDelete